15 septiembre 2017

Somos antisistema, Mami

  • Te hemos visto en el YouTube, cariño.
  • ¿He salido, Mami? 
  • Si, cielo. Tu padre y yo te reconocimos por la ropa cuando estabas al lado de aquel autobús quemado. Por cierto, ¿lo quemaste tú? 
  • Yo y otros colegas de nuestro grupo. Date cuenta que era un autobús de turistas y nos dio mucho trabajo convencer a los guiris de que se fueran. Llevábamos un bidón de gasolina y cogimos unos trapos viejos de un contenedor. Cuando estalló parecía un auténtico infierno. ¡Fue genial! 
  • Seguro que lo pasasteis bien y eso es lo que importa, cielo.
  •  Mami, la verdad es que tengo algo de miedo ¿tú crees que me pueden enchironar? 
  •  ¿Enchironar?
  • Meternos en la cárcel
  • No te preocupes, corazón, no se atreverán contigo siendo quien eres y viniendo de donde vienes.
  • ¿Ni siquiera por haber asaltado el restaurante el otro día y haber echado esputos sobre la sopa de los clientes? 
  • Lo verán como una chiquillada, seguro. Nadie, con un poco de sentido común, puede querer encerrar a un montón de jóvenes guapos, sanos y universitarios. 
  • Somos antisistema, Mami, no les caemos bien.  Estamos contra los valores burgueses que ellos representan y la oligarquía nos considera muy peligrosos.
  • Pero cielo, tu padre y yo somos parte de esa oligarquía y no te consideramos peligroso.
  • Mami, soy tu hijo y tienes que defenderme, soy el futuro de la familia.
  • Pero no olvides que somos unos padres liberales y pensamos que debes divertirte a tu manera. Eres joven, buen estudiante y generoso. Todos lo que aprendas te ayudará en el futuro cuando te hagas cargo de mayores responsabilidades. No eres uno de esos alborotadores pendencieros que andan por ahí. Por esa regla de tres y  si nos pusiéramos estrictos, la mitad de la juventud estaría en la cárcel. 
  • ¿Pero Valentina me contó que en su país los que hacen algo parecido acaban condenados a largas penas de cárcel e incluso son asesinados por los paramilitares? 
  •  ¡Qué no te venga la chacha con sus monsergas! Aquello es el Tercer Mundo y son muy brutos. La miseria corrompe la mente y te hace cometer toda clase de barbaridades. Hay sicarios que asesinan solo porque les gusta apretar el gatillo. Es normal que el gobierno intervenga y los ponga en su sitio. A veces hay que ser muy duro con cierta gentuza.
  • ¿Entonces nosotros no somos gentuza, Mami?  
  • Cariño, por favor, lo vuestro es diferente. Lo que hacéis es porque  sois chicos rebeldes con ideales puros. Es un rodaje para curtirse frente a las tempestades de la vida adulta.
  • Y además nos divertimos mucho. 
  • Encima os divertís, eso es lo importante. Ninguna justicia, que se pretende tal, trataría de igual manera, a unos tipos mafiosos y sanguinarios habitantes del quinto infierno, que a unos chiquillos iconoclastas pero sensibles que  quieren una oportunidad para demostrar lo que valen aprovechando que tienen mucha adrenalina que soltar.