19 julio 2013

Agujeros de torero

 
(Regeneración de la entrada del 2008)
  • Ayúdame con el traje de luces, Fermín
  • Maestro es mucha responsabilidá. 
  • Debes hacerlo, la gloria no espera. 
  • Como usted quiera ¿pero como le tapo los agujeros antes de ponerle el traje? 
  • Tienes el Superglue y el algodón encima de la cómoda, entre las dos vírgenes. Coge buenos pedazos, no seas rácano como otras veces. El hueco del muslo como es más grande requerirá algo más duro y pesado. 
  • Podemos utilizar el tapón de la botella de champagne que se tomó anoche.
  • Pero lávala a fondo y luego échale alcohol para desinfectarlo,  que te conozco. 
  • Ay maestro, tanto sacrificio pa tan poco premio. Tie más cornás en el cuerpo que pelos mi parienta en sus santas partes. 
  • Por favor, no vuelvas a comparar mis gloriosos huecos con los pelos de tu mujer. Es una comparación extravagante, tu esposa va muy sobrada de vello tal como puede observarse por los muchos que le salen en el bigote.
  • Además bien sabes que me debo a ésto. A todo este arte y señorío que brindo cada tarde en las plazas de España y de medio mundo.
  • Maestro, si me permite la sinceridad, a usted no le hacen bien sus nuevas amistades. Esos señorones, escritores o artistas, le palmean las espalda, dicen que le admiran, que es usted la salvación del toreo, pero venderían su alma al diablo si después de verle dejar las tripas en la plaza pudieran convertir su tragedia en arte. 
  • Cállate, deja de decir insensateces y sigue vistiéndome, pero ten más cuidado que se me abren las carnes. 
  • Maestro, tengo todo el cuidado posible, pero da penita ver esas llagas. Usted mismo dice que cuando se ducha parece la fuente de la Cibeles echando agua por todos los caños. 
  • También es culpa de mis amantes ocasionales. Tienen la manía de sobarme las cicatrices, se me abren y lo dejan todo perdío. 
  • Tome medidas maestro, el sexo no debe requerir tanto derrame. No olvide lo que costó colocarle el pin cuando le quisieron condecorar en su pueblo. 
  • Fue gracioso, sí. ¿Te acuerdas cuando se me salió el hígado en el segundo toro de la primera corrida de la Feria de Abril? Hay que ver lo bien que reaccionó el público pidiéndome que saludara con él en vez de usar la montera. Luego, aunque fue una faena mediocre, me premiaron con una oreja. 
  • En realidad, maestro, los pañuelos de la gente eran para que sacará de nuevo el hígado, pero el presidente, que es un buenazo, prefirió concederle la oreja. 
  • ¿Ves? la fiesta requiere sacrificio para alcanzar la gloria, pero cuando llega, ay cuando llega, bien merecen la pena unos agujeros  ¡Todo por la fiesta, Fermín!
  • Todo por la fiesta, maestro. 

10 julio 2013

La fiesta sigue: ¡¡¡Biba San Fermín!!!


Había visto esta foto hace unos días pero aunque me llamó la atención, no la ubiqué con el famoso chupinazo que abre los Sanfermines
Mi amiga Laura Uve en la última entrada de su más que recomendable blog, U-topía, citaba el tema de las violaciones a mujeres en la Plaza Tahir de El Cairo y y las causas que lo pueden motivar. En mi comentario le decía que: "no voy a usar extrapolaciones generalistas sobre lo allí ocurrido y (menos) cuando se trata de una realidad ajena a la nuestra me parece frívolo y falso". Cinco minutos más tarde me he encontrado con esta fotografía de nuevo y he sentido   como  recibía una merecida bofetada en la boca. 
Creo que sobran comentarios y al menos los que podría hacer no serían mejores que lo que podéis hacer cualquiera de vosotros ante esta imagen sobrecogedora, al menos para mí. 
Lo cierto es que desde hace tiempo tengo una profunda repulsión hacia las fiestas de los Sanfermines y todo lo que significa. En el año 2010 ya puse una entrada al respecto, solo con imágenes del Youtube, a la que titulé ¡¡¡Biba San Fermín!!! La podeis ver aquí en su injustificada crudeza: viejos borrachos humillados por pandillas de jóvenes, las provocaciones a las chicas extranjeras para que enseñen los pechos, el tipo dormido en la calle al que despiertan y arrastran los barrenderos o el corredor muerto en los encierros.
 Al parecer, todo consiste en sentirse un poco más vivos y más jóvenes gracias a esa tonta libertad que te proporciona echarse entre pecho y espalda unos cuantos litros de alcohol. Dejar que el bichito salga a la superficie y tome el mando de la nave sin que los escrúpulos, esos estúpidos meapilas, te la jueguen en los mejores momentos. Todo bendecido por la tradición, el rito, la ley, el business y el caché literario y truculento del escritor insatisfecho que incapaz de liberarse de sus demonios prefirió ensordecerlos a base de cualquier cosa que le permitiera liberar adrenalina. Como si se tratase de un globo aerostático y tuviera que echar lastre.   
Ayer mismo, y es solo un ejemplo más, vi como un pobre buey, un cabestro, moría en la propia la plaza entre la indiferencia y el jolgorio generalizado.   
Todo muy divertido, muy aventurero para los bravos corredores y para los mirones que puedan sacar estupendas imágenes con la cámara digital o el móvil. 
"Oye tío, ¿has visto las superfotos que me han salido del animal muerto en la entrada de la plaza? Y yo estaba allí, colega, yo estaba allí."
 O sea que al final tampoco es tan extraño lo de la imagen de arriba. Además algunos dirán que la chica sabía lo que hacía y nunca podría pensar que su streaptease -espontaneo o forzado he ahí el dilema- podría generar tan babosas emociones entre la jauría de machos sedientos. Quizás la culpa sea mía por imaginar lo peor y no saber mirar una simple foto.
Quizás aclare conceptos saber que "cuentan sobre el chupinazo que a una chica literalmente la subieron entre cinco, la desnudaron, arrancándole las ropas, y la tocaron, con poca opción de decidir nada"
 Este artículo, Tetas y toros,  ha suscitado la entrada. 
Lo dicho: ¡¡¡Biba San Fermín!!!